Echar un polvo con rubias siempre cae bien al medio día, imagina que vas a casa de una tía para arreglarle algo y la puta te termina diciendo que lo quería que le arregles es su ritmo de vida sexual, la muy zorra necesitaba echar un polvo y se tomo el atrevimiento de pedírselo a este maduro pollon que estaba más cachondo que nunca, la puta se creyó que iba a ser un polvo cualquiera pero cuando vio la polla del tío su coñito se puso muy húmedo y en dos segundos estaba mamando esa polla para ponerla dura y luego metersela al chocho, la muy puta gemía fuerte mientras le taladraban el rico coñito.